¿Extraterrestres en la Tierra? Sí, pero no

La complejidad del caso ha sido tema de mucha polémica, principalmente desde mediados del siglo XX, épocas en donde la gente común y corriente ya tenía mayor información a su alcance debido a los medios masivos de comunicación, en los cuales la tecnología los lanzaba al infinito…y más allá.

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Desde las épocas del inicio de la humanidad, se tienen registros de casos excepcionales que la ciencia aún no ha explicado de manera convincente, y digo “aún”, porque no existe duda que tienen alguna explicación que no nos deje dudas de su veracidad.

A lo largo de los siglos hemos venido avanzando en el conocimiento de nuestro entorno y sí, solamente de nuestro entorno, del cual nos damos cuenta, dadas las naturales limitaciones de nuestros cinco sentidos, y, aunque hemos desarrollado tecnologías que nos ayudan a expandir nuestros sentidos, todavía estamos muy lejos de poder abarcar todo, todo el tiempo y en todo lugar.
Existen formas de vida en nuestro planeta que hace apenas algunos años desconocíamos totalmente y que además, desconocíamos su resistencia a los entornos extremos en los que viven. Se estima que aun nos quedan muchas especies por descubrir y otras que nunca descubriremos dado que dichas especies se extinguirán antes que el hombre las descubra.
En la historia humana han habido “verdades absolutas” que ni siquiera en la antigüedad se podía refutar, ya que el precio que se pagaba era la vida misma. He ahí el caso Galileo de todos conocido.
Entonces las creencias que tiene el hombre en la actualidad son mucho más sustentadas que antes, ya que la sociedad en general, se ha abierto a los diferentes pensamientos debido a la tecnología y a la cantidad de población en el planeta. Dichas creencias pueden estar muy bien sustentadas en teorías comprobadas o no, sin embargo la historia nos ha enseñado que existe una única constante: el cambio, siendo por ello que lo que se cree que es la verdad absoluta el día de hoy, mañana puede ser falso debido a un nuevo descubrimiento de la ciencia.

Creo que es bastante aventurado y lleno de presunción como terrícolas decir que la vida inició en la Tierra. Para empezar, el universo tiene 13,500 millones de años (como lo comentaba en el blog anterior), nuestro planeta apenas cuenta con 4,500 millones de años; el registro de vida más antigua data de hace “apenas” 3,800 millones de años y el registro del humano más antiguo apenas 1.8 millones de años, es decir, somos los chicos nuevos del vecindario. ¿Por qué nos esforzamos en investigar cómo se generó “espontáneamente” la vida en la Tierra? Lo más probable es que la vida vino de afuera. No quiero decir que vino un hombrecito verde y dejó caer una bacteria, no. Creo que llegó en un cometa o meteorito que cayó a nuestro planeta y que a partir de ahí empezó lo que Darwin llamó evolución. Tal vez fueron dos o más meteoritos. Tal vez fue toda una lluvia de ellos cayendo por todo el planeta y con diferentes microorganismos en formas tamaños, colores y sabores. ¿No es emocionante pensarlo? Imagínate la Tierra en esos tiempos. Solamente agua y rocas (sólidas y fundidas)…de repente empieza una lluvia de meteoritos y llegaron los primeros habitantes, digamos microorganismos M1, los cuales están compuestos de diferentes tipos: unos grandes, otros pequeños…pero eso sí, llegaron por millones y, después de algunos cientos o miles de años, llegaron otros cuantos millones, digamos microorganismos M2…y así hasta nuestros días. Todos estos microorganismos M1, M2, M3 … Mn evolucionaron y se combinaron para ir creando toda la vida que hasta hoy conocemos, así como también toda la vida que no conocimos y toda aquella que no conoceremos.
Los microorganismos M llegaron congelados y, con las características de calor del planeta en esos días, se descongelaron y así inició todo. No es de dudar que todavía en nuestros días siga llegando de esta manera, sin embargo, todavía no nos damos cuenta que llegó del espacio, ya que tal vez los científicos la encontraron en algún profundo océano, pero seguimos creyendo que es terrícola.

Ahora bien, ¿qué pasa con los extraterrestres?, bueno, pues además de divertirnos con todas las historias que oímos y vemos por la TV, creo que es difícil que tengamos contacto con ellos. ¿Por qué? Bien, pues la palabra mágica de todo esto es coincidir.

Deben de cumplirse muchas cosas para que veamos extraterrestres.
Deben ser seres “vivos”, y lo digo así, porque la vida tal y como la conocemos puede ser muy distinta en planetas lejanos.
Deben de tener “conciencia” de lo que hacen.
Deben tener la “inteligencia” necesaria para desarrollar la “tecnología” adecuada para lograr hacer contacto con nosotros, siempre y cuando, hayan sobrevivido a su propia tecnología, es decir, que su misma tecnología o ellos mismos no los destruya o se autodestruyan.
Además que nos encuentren en esta galaxia perdida en el universo llamada Vía Láctea.
Tengan algún interés válido para ellos por visitarnos. Dicho interés, puede ser científico, económico, de conquista, recursos naturales, curiosidad pura, esclavitud, comida, etc.

La ecuación de Drake estima la probabilidad de vida inteligente desarrollándose en cualquier parte de nuestra galaxia de la siguiente manera:

N = N.fpnef1fifcfL

En donde:
N es el número de estrellas en la Vía Láctea.
fp es la fracción de aquellas estrellas que tienen planetas.
ne es el número de planetas capaz de soportar vida.
f1 es la fracción de planetas aptos para que la vida actualmente se desarrolle.
fi es la fracción de planetas donde la vida inteligente evoluciona.
fc es la fracción de planetas con vida inteligente en la cual se desarrolló una civilización avanzada tecnológicamente.
fL es la fracción de tiempo el cual una civilización perdura.

Esta ecuación es famosa desde hace varios años cuando Mr. Drake la dio a conocer en el siglo XX, sin embargo falta considerar muchas otras cosas más.

Si pensamos que estos “entes inteligentes” (que llamaré EI) tienen la tecnología suficiente para llegar hasta acá, debemos además entonces que coincidir en todos estos puntos para que logremos “Contacto”:
1. Espacio.
2. Tiempo.
3. Dimensión.
4. Tamaño.
5. Sentidos.
6. Frecuencia.
7. Conciencia.

Este artículo lo publiqué el 18-abr-2008 en otro blog al que ya no pude acceder:

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